Aficionados al tenis y pádel protestaron ante la quinta de Olivos

Profesores, alumnos, jugadores, cancheros, administrativos y personal de limpieza, mantenimiento y seguridad involucrados en los dos deportes, pidieron reapertura de la actividad

protesta quinta de olivos

“Estamos hace tres meses sin trabajar y es ridículo que estén tratando que vuelva el fútbol o autoricen los corredores, que no tengo nada contra ellos”, remarcó uno de los manifestantes, con su raqueta en la mano, que en la puerta de la quinta presidencial del Olivos, pidió por el regreso del tenis y padel. 

Con distancia social y tapabocas; la protesta, se hizo escuchar con el golpe de las raquetas o paletas contra los tubos donde suelen guardarse las pelotas.

Profesores, alumnos, jugadores, cancheros, administrativos y personal de limpieza, mantenimiento y seguridad involucrados en los dos deportes, pidieron reapertura de la actividad.

“Tenemos la distancia social requerida, es un deporte que ayuda a lo mental y a lo físico. Es muchísima la gente que trabaja en tenis y pádel”, dijo el manifestante.

Quien también se expresó al respecto fue el presidente de la Asociación Argentina de Tenis, Agustín Calleri, quien resaltó en su cuenta de la red social Twitter “el respeto, responsabilidad y prudencia” en las concentraciones.

“Seguiremos trabajando, cada uno desde su lugar, para lograr que el tenis retorne en breve en las provincias que restan junto al AMBA”, continuó.

El tenis es un deporte que practican alrededor de un millón y medio de argentinos en más de dos mil clubes y, más allá de los recreativos, unas 70 mil personas viven de esa actividad en el país.

En ese número están incluidos alrededor de cinco mil profesores, además de los cancheros, los encordadores, las casas de deportes y los trabajadores dedicados a la molienda de polvo de ladrillo.

Hasta el momento son 20 las provincias en las cuales ya se puede jugar al tenis: en 18 de ellas está permitido en todo su territorio, cada una con diferentes restricciones, y en dos en forma parcial.

Sin embargo, en el AMBA y en muchos distritos de la provincia de Buenos Aires sigue siendo una actividad no autorizada en el marco de la pandemia de coronavirus.