La Justicia Federal realizó un procedimiento contra una banda narco que fabricaba y comercializaba drogas sintéticas en San Isidro y Mataderos.
En una casa de Libertad al 1100, cerca del Hipódromo de San Isidro, la Policía encontró materia prima para la elaboración de las pastillas, una máquina para hacer comprimidos y una pistola Taurus calibre 45, otra Bersa calibre .22, dos revólveres calibre 357 Magnum y otra calibre 44, como así también gran cantidad de municiones, entre las cuales había balas de punta hueca.
Además, en esa vivienda secuestraron un Peugeot 208, un Alfa Romeo Giulietta y cinco motos de alta cilindrada.
Según las fuentes, el laboratorio fue descubierto en el lavadero de la casa, donde sobresalía la máquina para elaborar pastillas que, para los pesquisas, es de última generación y tiene una capacidad de elaborar entre 4000 y 5000 comprimidos por hora.
También se encontraron dos balanzas, una máquina contadora de billetes y 68 mil pesos, un pote con efedrina y gran cantidad de frascos con pastillas de clonazepan, tramadol, cafeína, metadona, oxicodona, hidrocodeinona, morfina, así como recipientes con lactosa, utilizada comúnmente para aumentar el tamaño de las pastillas y así “disfrazarlas” de medicamentos legítimos, dijeron los pesquisas.
De acuerdo a la policía, la cantidad de insumos secuestrados es suficiente para la producción de más de 15 mil pastillas.
Según los investigadores, entre los detenidos está el farmacéutico que elaboraba las drogas; su esposa, dueña de varios locales de venta de medicamentos y encargada de conseguir la materia prima para elaborar las pastillas; y el distribuidor.
El fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques, aseguró que la investigación comenzó el 19 de agosto del año pasado, a raíz de una denuncia tras una fiesta electrónica que se desarrolló en Mandarine Park, en Costanera Norte, en la que fueron demorados 36 asistentes con estupefacientes para consumo, 27 de ellos con éxtasis.
“Como consecuencia de esa denuncia comenzó a investigar el fiscal Aníbal Brunet, quien solicitó la colaboración de personal de la División Precursores Químicos de la Policía de la Ciudad y se llegó a establecer toda la cadena de producción, elaboración y distribución de la organización”, dijo el fiscal.
Las fuentes afirmaron que, tras varios meses de investigación, los pesquisas lograron descubrir uno de los principales kioscos de venta en un domicilio de Larraya al 1700, en el barrio de Mataderos.
Según Mahiques, los investigadores realizaron tareas de seguimiento de manera encubierta y establecieron que, de allí, salía un hombre por las noches y se encontraba en la zona con clientes para efectuar un “pasamanos” típico de la compraventa de droga.
Según las fuentes, en el departamento del ‘dealer’ fueron secuestradas 544 pastillas de Tramadol, 39 de Metadona, 100 gramos de marihuana y un equipo de comunicación por radio.
