“Cada casa puede ser un casino” advirtió la Pastoral de Adicciones

La Iglesia se pronunció ante el proyecto de ley de la provincia de Buenos Aires, que legaliza las apuestas online

“La situación social y económica por la que atraviesa la provincia de Buenos Aires demanda que las atenciones de los barrios más pobres tengan políticas públicas que promuevan el desarrollo integral de los jóvenes y de la familia, y que no se convierta cada casa en un casino”, expresó hoy la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina.

Dado que el gobierno bonaerense introdujo dentro del proyecto de Ley Fiscal e Impositiva la legalización de las apuestas on line que finalmente aprobado por el Legislativo provincial, la Iglesia emitió un comunicado para expresar su rechazo.

“Este tema de tanta importancia no tuvo la posibilidad de ser discutido por la sociedad como corresponde ya que se lo incluyó dentro de una ley de carácter más amplio” indicó la Pastoral de Adicciones, que es dirigida por el cura villero, Pepe Di Paola.

“Como Pastoral de Adicciones que vivimos y trabajamos en un sector de personas muy vulnerables vemos con preocupación la falta de diálogo y las consecuencias que lleva la aprobación de esta ley”, explicaron. “Cualquier joven desde el celular podrá estar en línea con la enorme oferta que presenta el juego on line, la población de alta vulnerabilidad en la que vivimos recibirá mensajes ambiguos y peligrosos. ¿Cómo recibe un chico en esta situación que el Estado, en vez de pensar en su capacitación y en su primer trabajo, le ofrezca ‘timba’ como posible solución a su vida?”, planteó el comunicado.

“Qué decir de aquellos pobres que en medio de la crisis económica que atraviesa el país pueden pensar en una ‘posible solución mágica’ a su situación; sabemos por experiencia el dolor que causa en la familia cuando el juego se torna peligroso” y se advirtió que “esto supone que todo aquel que está bancarizado, aunque sea por las asistencias sociales, sería un posible jugador”, y que “la reglamentación de la que tanto se habló no será tan eficaz para atender los casos de ludopatía”.

El juego en territorio bonaerense se instaló en lo noventa y tras las gestiones peronistas tuvo un crecimiento significativo en el conurbano con la apertura de bingos.

Siempre, la Iglesia se opuso a las salas juegos y en esta ocasión también fue crítica con el gobierno de Cambiemos: “lamentamos el cambio que dio la gobernación provincial en este tema ya que se había manifestado con convicción en contra del juego, inclusive con acciones concretas y decisiones hacia futuro”.

Por otra parte, informaron que “en los últimos días se conoció la noticia de que alcanzó la media sanción en la Cámara de Diputados bonaerense que se intenta extender el horario de venta de alcohol en la costa. En este caso también se privilegia el negocio al cuidado de los jóvenes”, aseguraron.