Los trabajadores de la empresa PepsiCo marcharon este mediodía a la Municipalidad de Vicente López en busca del intendente Jorge Macri y con el objetivo de que éste manifestara públicamente su posición ante el reclamo de los 600 despidos tras el cierre de la planta en Florida.
Los delegados gremiales y los trabajadores fueron recibidos por el Jefe de Gabinete de Macri, que les garantizó asesoramiento legal. “Nos propuso abogados para ayudarnos legalmente, pero no mucho más que eso. Nos sentimos defraudados, porque queríamos que planteara si estaba a favor o en contra de los trabajadores de PepsiCo”, dijo Luis Medina, delegado de la fábrica, en declaraciones periodísticas.
Más temprano, uno 70 trabajadores realizaron un corte sorpresivo en Henry Ford y Panamericana. Permanecieron allí con carteles durante 45 minutos hasta que decidieron retirarse ante la inminente llegada de la Gendarmería.
“Había muchas compañeras y decidimos levantar el corte para no exponerlas, teniendo en cuenta cómo está actuando esa fuerza”, explicó Medina.
El delegado gremial señaló que esperan ser convocados nuevamente por el Ministerio de Trabajo para analizar la situación, aunque se mostró crítico de la actitud de la cartera conducida por Jorge Triaca. “La multinacional se siente envalentonada [para despedir empleados] porque el Ministerio no está a la altura de las circunstancias”, sostuvo.
A su vez, denunció que la empresa alimenticia convoca a los trabajadores a sus oficinas en Capital Federal para “ofrecerles plata y apretarlos para que arreglen”.
“Los directivos los esperan con abogados y les dicen: ‘Arreglá ahora, porque después puede que no sea la misma plata'”, relató.
El conflicto comenzó el 20 de junio, cuando la empresa decidió cerrar sus puertas y se lo comunicó a los trabajadores mediante una nota pegada en el portón principal de la fábrica.
La multinacional argumentó que atraviesa una crisis económica, aunque nunca lo demostró. También informó que cerraría la fábrica del norte del Conurbano para ampliar la de Mar del Plata.
El lunes, los empleados despedidos iniciaron una ocupación pacífica de la planta ante la posibilidad de que las fuerzas de seguridad se llevaran del lugar las maquinarias y los medios de producción. Los trabajadores establecieron un sistema de guardias para permanecer dentro del edificio y sostener su reclamo.
Empezaron además una campaña nacional para que no se compren productos de la empresa hasta que reabra su planta.
Medina adelantó que en las próximas horas los delegados de PepsiCo se reunirán con dirigentes de ATE Capital y de otros sindicatos y organizaciones para organizar una jornada nacional de lucha para el próximo martes.
“Tenemos la moral bien alta. Estamos dando una pelea emblemática, no sólo por los trabajadores de PepsiCo sino por los cientos de miles de despedidos de todo el país. Queremos ser unos referentes para esos compañeros, para que levanten la cabeza y se planten”, finalizó el delegado gremial, que destacó el apoyo de comisiones internas, trabajadores de base, estudiantes, docentes, personalidades de la cultura y dirigentes políticos.
