Se abastecían del CEAMSE para vender alimentos vencidos

Este lunes, fue desbaratada por la Policía Bonaerense una banda que generó un sistema de venta de alimentos que extraían de los residuos arrojados al CEAMSE.

La detención de nueve personas se dio luego de 36 allanamientos realizados -en Pablo Nogués, Grand Bourg, partido de Malvinas Argentinas; El Talar de Pachecho, en Tigre; Villa Astofi, en Pilar, y José C Paz, entre otros- por la DDI San Martín. A su vez, se demoró a otras 14, entre las que se encuentra un policía de la Ciudad de Buenos Aires y otro de la Provincia.

La banda recolectaba la mercadería de los rellenos sanitarios de la CEAMSE y luego adulteraba sus etiquetas y fechas de vencimientos, para revender los productos en distintos comercios del conurban´o.
Entre la mercadería decomisada hay golosinas, comestibles, productos de limpieza y calzados deportivos, entre otros.
Los imputados quedaron a disposición de la UFI N° 19 de Malvinas Argentinas, acusados por asociación ilícita y adulteración de medicamentos y alimentos.

El portal BigBang recorrió la zona –conocida como Barrio Libertador– con su dron: la situación de esas familias, viviendo entre desechos, suciedad y contaminación, es tan triste como alarmante.

Las escenas, de las casas precarias levantadas sobre la basura, son una postal brutal.

El Complejo Ambiental Norte III de la CEAMSE está ubicado sobre el Camino del Buen Ayre y allí se recibe los residuos sólidos urbanos de la ciudad de Buenos Aires y de mucho partidos del conurbano.

Pese a que el CEAMSE cuenta con plantas de separación, el basural continúa y la villa crece sobre él.

“Villa Basural” es producto de decenas de asentamientos que crecieron en torno a los desechos y que a medida que se iban corriendo de distintos lugares fue creciendo como una inesperada barriada en los terrenos que quedaban más altos que la cuenca del Río Reconquista.

Las casas se levantan sobre y por entre la mugre y los desechos. Ya no sólo se trata de viviendas improvisadas, muchos de sus habitantes han logrado hacerse de algunos materiales y comenzar a construir un precario hogar. Algunos de ellos, cuentan con hasta dos plantas.

Sin embargo, la necesidad de un hogar se impone ante las mínimas condiciones de dignidad. Asma, lupus, alergias, enfermedades infecciosas, mordedura de ratas y otros bichos son sólo algunas de las situaciones con las que conviven, a diario, niños y adultos. Es difícil imaginar peores condiciones de vida.