Comenzó el juicio por jurado del médico Villar Cataldo

Lino Villar Cataldo, en 2016 mató a un ladrón en la puerta de su casa en Loma Hermosa. Acusado de homicidio, el juicio por jurado definirá su inocencia o culpabilidad

Lino Villar Cataldo mató de cuatro tiros a un ladrón en la puerta de su casa de Loma Hermosa. Y aunque para la sociedad y los medios de comunicación es una caso de legítima defensa, para la Justicia no lo es.

Esta mañana, el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de San Martín comenzó el juicio por jurados para determinar si Villar Cataldo es culpable o inocente de cometer “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”; penado entre 10 y 25 años de prisión.

En primer lugar se conformó el jurado, integrado por 6 mujeres y 6 hombres más 6 suplentes. La elección del jurado sale de entre 65 ciudadanos que fueron seleccionados previamente del padrón.

La primera en declarar será la madre del joven muerto en el robo, Ricardo Alberto “Nunu” Krabler (24), quien en el juicio actúa como particular damnificada, mientras que Villar Cataldo (65) lo hará el martes y luego seguirá el resto de los 40 testigos, la mayoría policías y peritos.

El abogado de Villar Cataldo, Diego Szpigiel, dijo que entre jueves y viernes se escucharán los alegatos de la fiscal Noemí Carreira, del particular damnificado y de la defensa y finalmente el jurado deberá pasar a deliberar si el médico es “culpable” o “no culpable”.

“Siento que esta causa marcó un antes y un después en la legítima defensa porque después hubo otros casos y la justicia decidió no detener a personas que actuaron como Lino”, sostuvo Szpigiel, quien se mostró “confiado” en lo que resolverá el jurado popular.

El hecho ocurrió el 26 de agosto de 2016, cerca de las 20, cuando el médico se retiraba con su Toyota Corolla de su consultorio de la calle Ombú 6865, de Loma Hermosa, y fue abordado por un delincuente, luego identificado como Krabler.

Según dio por probado la fiscalía, el asaltante le dio un culatazo en la cabeza, se subió al vehículo del médico con fines de robo y terminó muerto de cuatro balazos efectuados por el imputado con una pistola Bersa Thunder Pro calibre 9 milímetros.

“Cuando decidió disparar contra Krabler ya no estaba en riesgo su vida, sino sólo el derecho de propiedad que tenía respecto de un automóvil asegurado. Su conducta entonces devino desmedida, puesto que en su afán de retener su automóvil ha afectado el bien jurídico de más valor, es decir la vida”, señaló la fiscal en el requerimiento de elevación a juicio.

Uno de los puntos clave está relacionado con el lugar donde fue hallado el pistolón -sin balas-, que portaba Krabler: debajo de su propio cuerpo.

Villar aseguró que tuvo que disparar porque luego de sacarlo del auto y haberle arrollado las piernas con el vehículo, el delincuente sacó el arma por la ventanilla y le dijo “te voy a matar hijo de puta”.

Para la fiscal, “esta secuencia no ha tenido lugar en la realidad” y afirmó que “es imposible que Krabler le haya estado apuntando a través de la ventanilla de la puerta del conductor”, porque en ese caso, al recibir los disparos “el arma se debería haber hallado en el pavimento” y no debajo del cadáver.