Coronavirus: cómo se pone en cuarentena una ciudad

Las autoridades chinas cancelaron la salida de Wuhan de autobuses, trenes, metros y ferris, con la intención de evitar la propagación del coronavirus

Cada año, durante los días previos a la celebración del Año Nuevo Chino, las estaciones de trenes y los aeropuertos en el gigante asiático suelen estar abarrotadas. Son millones los que vuelven al país a visitar a sus familiares. Pero este año en Wuhan, la séptima ciudad más grande de China, ubicada en el este del país y donde se cree que se originó el coronavirus, la mayoría de las estaciones y aeropuertos están desiertos.

Este jueves se canceló la salida de autobuses, trenes, metros y ferris de la urbe.

Los vuelos también fueron suspendidos y, aunque las carreteras no estén oficialmente cerradas, se reportaron bloqueos de rutas y las autoridades pidieron a los residentes que no abandonaran la ciudad.

Pero ¿es posible poner en cuarentena una ciudad entera?

Y ¿cuán efectiva es la medida para frenar la expansión de un brote como el del coronavirus?

“No es una medida infalible”

Según datos de la ONU, en la lista de las ciudades más grandes del mundo Wuhan ocupa el puesto 42.

Así que no es fácil convertir a la ciudad en una sala gigante de aislamiento.

Es el destino de 20 carreteras principales y de docenas de rutas más pequeñas. E incluso con el transporte público cerrado, sellar la ciudad requeriría un esfuerzo militar masivo.

“Siendo realistas, la única forma de hacerlo sería que el ejército la cercara”, dice el profesor Adam Kamradt-Scott, experto en seguridad de la salud de la Universidad de Sídney.

Pero incluso si lo hicieran, ¿dónde dibujarían la línea?

Al igual que la mayoría de las urbes modernas, Wuhan se expande uniéndose a ciudades y pueblos más pequeños de la periferia.

“Las ciudades tienen formas poco ortodoxas”, dice el profesor Mikhail Prokopenko, experto en pandemias también de la Universidad de Sídney.

“No puedes bloquear todas las carreteras y todas las conexiones. Es posible hasta cierto punto… pero no es una medida infalible”.

Gauden Galea, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China, lo expresa sin rodeos.

“Que yo sepa, tratar de contener una ciudad de 11 millones de personas es algo nuevo para la ciencia”, le dijo a la agencia Associated Press. “En este momento no podemos decir qué funcionará y qué no funcionará”.

La red ferroviaria china conecta a Wuhan con la principales ciuades del este asiático

Una cuestión de tiempo

Pero hay otro factor a tener en cuenta en la ecuación: el tiempo.

Incluso si se demuestra que es posible cercar Wuhan, miles de personas potencialmente infectadas pudieron haber salido de la ciudad antes de que se declarara el cierre.

La OMS fue notificada de la identificación del virus en Wuhan el 31 de diciembre y el 20 de enero las autoridades chinas confirmaron que puede transmitirse de persona a persona.

Para entonces, decenas de miles de personas habían salido de la ciudad.

Hasta el momento se han identificado casos de infectados en China, pero también en otros países de Asia y en Estados Unidos, y se detectó en personas que habían estado recientemente en Wuhan.

Pero, a pesar de que el virus se está expandiendo por todo el mundo, el profesor Kamradt-Scott dice que la situación más preocupante es la de China.

“En los otros países se han detectado pocos casos”, dice.

“Parece que efectivamente fueron identificados a tiempo para evitar una mayor transmisión local. Por lo tanto, la mayor preocupación está en China”, añade.

De los más de 500 casos reportados el jueves, más de 300 se localizaban en la provincia de Hubei, de la cual Wuhan es la capital. Pero se identificó una veintena en Guangdong, una decena en Pekín, y otros posibles casos en Hong Kong.

“Si el virus está allí y hay transmisión en la comunidad local, entonces las medidas en Wuhan llegan demasiado tarde”, advierte el profesor Kamradt-Scott.

La estación de tren Hankou en Wuhan utiliza un escáner para medir la temperatura de los pasajeros

Infectados sin saberlo

El profesor Prokopenko está de acuerdo en que la respuesta internacional fue buena.

Los pasajeros en el último avión desde Wuhan a Sídney, por ejemplo, fueron recibidos por funcionarios de bioseguridad.

El problema, según el experto, es que muchas personas podrían tener el virus y no saberlo.

“Hay quienes tienen un virus en su organismo pero no muestran síntomas. Su apariencia es completamente normal y han tenido contacto con otras personas”.

El período normal de incubación de la gripe, dice, es de dos o tres días. Pero para un coronavirus, podría ser de cinco a seis días, una semana o incluso más.

Es decir, alguien podría haber contraído el virus la semana pasada, haberlo transportado por todo el mundo, haber infectado a otros y aún no saber que está enfermo.

“Y cuando comienzan a mostrar síntomas, puede confundirse con el resfriado común o la gripe”, advierte Prokopenko. “Esa es la dificultad”.

Nada de esto significa que China esté equivocada al tratar de contener el virus.

La OMS elogió los esfuerzos de las autoridades y existen algunos precedentes de lo que los expertos llaman “distanciamiento social”.

En abril de 2009, Ciudad de México cerró bares, cines, teatros, campos de fútbol e incluso iglesias en un intento por detener la gripe porcina. A los restaurantes solo se les permitía servir comida para llevar.

“Aparentemente se retrasó la transmisión del virus en Ciudad de México y ayudó a las autoridades a manejar la situación”, dice el profesor Kamradt-Scott. “¿Lo detuvo por completo? No”.

Entonces ¿merece la pena haber aislado Wuhan?

“China solo ha informado de casos confirmados”, dice Kamradt-Scott.

“Si tuviera que decidir yo, en base del número actual de infectados y muertos, no lo haría. Pero si hay miles de casos sospechosos de estar infectados, eso cambia considerablemente la ecuación”.