La actividad de la construcción continuó desacelerándose en julio, cuando registró un acotado avance de 0,7% respecto al mismo mes del año pasado, y se profundizó el impacto de la paralización de la obra pública.
El indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) acumuló un avance de 9,3% en lo que va del año (en comparación con el mismo período de 2017), pero el relevamiento del Indec también pone en evidencia la difícil situación que atraviesa el sector.
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La construcción creció 0,7% interanual en julio de 2018 y sumó un alza de 9,3% en los primeros siete meses https://t.co/YmKsYoHeWa pic.twitter.com/G2hRmsxgdE— INDEC Argentina (@INDECArgentina) September 4, 2018
La construcción afronta una caída escalonada, que se profundizó en mayo pasado en sintonía con la primera fase de la debacle cambiaria: el acumulado anual fue de 19,4%, en febrero; de 15,2%, en marzo; de 15%, en abril; de 13,3% en mayo y de 10,9%, en junio.
Y parte de ese rumbo se explica por el parate de la obra pública, que en julio produjo un desplome de 47,1% en los pedidos de asfalto. También cayeron las compras de cal (-0,7%) y de cemento portland (-6,3%).