Un tesoro protegido que mira bien al sur

La magia de la Patagonia nunca se agota y, en particular en este circuito del que poco se sabe. El Circuito Parque Patagonia es un conjunto de parques y reservas nacionales y privadas con una diversidad geográfica inmensa y decenas de propuestas. }

También es una iniciativa para conservar una porción de la estepa patagónica.

¿Su artífice? Fundación Flora y Fauna Argentina, del reconocido filántropo Douglas Tompkins, que recibe aportes de donantes extranjeros para la compra de tierras con el objetivo de que sean parques nacionales.

La zona cuenta con senderos para trekking y escaladas; ofrece manjares autóctonos y las mejores caídas del sol tardías. ¿Qué más?

Paraíso de puertas abiertas

La travesía comienza en el aeropuerto de Comodoro Rivadavia; desde allí, nos espera un recorrido de otros 500 km con la única compañía del viento patagónico. Los portales de ingreso son cuatro en Argentina (La Ascensión, Río Pinturas, Petroglifos y Paso Roballos), y otros cuatro en Chile (Jeinimeni, Valle Chacabuco, Casa de Piedra y Tamango).

Uno de los principales, es la Estancia La Ascención, que data de 1913 y es un atractivo en sí mismo pues mantiene su entrada original, que es del mismo estilo que la entrada de la Quinta Presidencial de Olivos. Dentro del parque se ven las construcciones originales (galpón de esquila, casa principal, una casona donde funcionó la escuela).

La frutilla del postre: un sendero entre árboles hacia el Lago Buenos Aires, que ofrenda una caminata inolvidable.

Cueva de las manos: la vida de los tehuelches

El ítem más importante de la zona es esta cueva que alberga todos los secretos que los tehuelches plasmaron miles de años antes de Cristo.

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999, se trata de un recorrido de 1500 metros, en el que podemos observar figuras que reproducen elementos relacionados con la vida cotidiana de aquellos cazadores-recolectores.

De todas ellas, las más antiguas son 829 siluetas de manos. También las hay de guanacos y choiques. La cueva está abierta todo el año (de octubre a fines de abril, temporada alta, salen grupos cada hora), el recorrido se hace con guía y la entrada general cuesta 200 pesos.

Los cañadones: arco iris de tierra y vegetación}

Nuevamente en viaje tomamos por la ruta 40 en dirección al sur y aparecen las primeras sorpresas. El siguiente portal de acceso es Río Pinturas. Las paredes del Cañadón ostentan más de 200 m de altura y están formadas por capas superpuestas de roca volcánica del período jurásico (hace casi 50 millones de años). La salida es desde la hostería Cueva de las manos y, por un sendero marcado, se asciende hacia la meseta. Parece una burla porque cuando nos preguntamos qué tiene de atractivo ese paisaje gris, se abre un arco iris de marrones, rojos, naranjas, amarillos, grises, blancos y vegetación bien verde para darle la mixtura que parecía faltar a la paleta de colores.

Incluso hasta el cielo celeste muta y las nubes se vuelven redonditas y mullidas. Pero no termina ahí: unos kilómetros más al sur encontramos el Cañadón Caracoles, que con sus altas paredes encierra un río seco convertido en salar. El verde desaparece por completo, así como el viento feroz de las alturas y el microclima gana la parada entre las rocas. La sensación de inmensidad se acrecienta.

Estepas y lagunas

Macá Tobiano

La Fundación Flora y Fauna lleva adelante un Programa de voluntariado que contribuye a la preservación ambiental. Además de proteger la estepa, meseta, lagunas de altura, bosques, lagos y fauna, desde 2014 junto a Aves Argentinas, se trabaja para recuperar al Macá Tobiano, del cual quedan sólo 800 ejemplares que anidan, sufren amenaza de extinción y se reproducen en estas lagunas que existen sobre la meseta .¿Te interesa pasar una temporada en la estancia La Ascensión, estar en contacto con la naturaleza? Podés saber más en el Facebook Amigos del Parque Nacional Patagonia.