Vacunas, cuarentena y candidaturas marcan la agenda política bonaerense

Oposición y oficialismo discuten aciertos y pronósticos sobre la pandemia y comienzan a delinear candidaturas

Axel Kicillof parece convencido de que el rigor impiadoso de contagios y muertes que está dejando la pandemia en esta segunda ola, le terminó dando la razón. Que lo que venía pregonando su equipo sanitario para procurar bajar la creciente curva de

infecciones por coronavirus, entonces, un confinamiento por varios días, fue finalmente lo que terminó por adoptar el gobierno nacional y, fundamentalmente, su blanco político preferido ubicado del otro lado del Riachuelo.

Ese regodeo oficial tiene, sin embargo, algunas piezas flojas.
No termina de reconocer, por caso, que si la vuelta a la cuarentena dura es de nuevo una realidad se debe en buena parte a que el plan de vacunación no avanzó a la velocidad proyectada.

Existen otros factores que tienen que ver con los cuidados laxos de un sector de la población y el relajamiento que encontró ecos favorables desde el propio sector oficial: algunos de los asesores del propio Kicillof habían desaconsejado, previendo lo que podría ocurrir, alentar el turismo durante Semana Santa.

El discurso del oficialismo

Aquél convencimiento de que el manejo de la pandemia auspiciado desde la provincia es el adecuado según la óptica oficial, dio paso a que el gobernador comenzará a mostrar algunas cartas.

Emergió en la conferencia de prensa en la que se anunció la adhesión del gobierno bonaerense al decreto nacional, parte del discurso al que el oficialismo acaso apele en la campaña electoral.

Una de esas líneas tiene que ver con el fresco recuerdo de la gestión presidencial de Mauricio Macri, de quien Kicillof se ocupó en varios pasajes de su exposición.

La figura de Horacio Rodríguez Larreta representa la otra vía que transporta las críticas oficiales. No resultó inocente que el mandatario provincial se refiriera a la gestión porteña como el “macrismo”, al que acusa de torpedear las políticas oficiales contra la pandemia.

Esas definiciones del gobernador no condicionan definiciones ajenas, pero comienzan a aparecer como elemento de análisis en la resolución electoral que se debe Juntos por el Cambio.

Una vez más la cuestión remite a la figura de María Eugenia Vidal y su cada vez más lejana posibilidad de que vuelva a ser candidata en la provincia.

larreta fernandez y kicillof anuncios cuarentena

Polarizar con Vidal

El oficialismo evalúa la comodidad de polarizar con Vidal y discutir su gestión. Y trazar así un eje de campaña alejado de la crisis económica.

Pero la ex gobernadora comenzó a dar señales más contundentes en el sentido de que su experiencia bonaerense forma parte del pasado. Dijo incluso que no piensa en otro período al frente de la provincia en 2023 y que le gustaría ser presidenta.

¿Tendría algún sentido político para Vidal correr el riesgo de encabezar una lista de diputados nacionales en la Provincia y exponerse a una eventual derrota?

Es la pregunta que se hacen no pocos dirigentes de la coalición opositora, donde van ganando las apuestas a mano de que Vidal no será candidata a diputada por el distrito que gobernó entre 2015 y 2019.

Ese corrimiento podría quizás privar a la política de un debate entre ex gobernadores. Daniel Scioli comenzó a aparecer en el bolillero de

las alternativas que maneja el Frente de Todos para el territorio bonaerenses.

Un nombre que se suma a las variantes que ofrecen la platense Victoria Tolosa Paz y el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.

El peronismo no kirchnerista sigue abrazado a la esperanza que le ofrece Florencio Randazzo. El ex ministro de Transporte de la Nación está dispuesto a ser candidato a diputado nacional según afirman en su entorno, donde se muestran convencidos de que existe un espacio vacante en la política provincial que alguna vez supo ocupar Sergio Massa.

Son entre 15 y 20 puntos, estiman, que Randazzo podría llegar a capturar. Desglosado: hablan de entre 8 y 9 puntos de peronistas no K, y de 5 puntos que podrían aportar los desencantados del Gobierno y otros 5 que votaron en el ballotage por Macri.

Randazzo mantiene el misterio pero quienes lo frecuentan afirman que está dispuesto a ponerle el cuerpo a esta elección, convencido de que no se lo devorará una eventual polarización.

En ese trabajo de armado sumó al lavagnismo, al ex ministro vidalista Joaquín De La Torre y al ex intendente marplatense Gustavo Pulti, que arrima dirigentes vecinalistas. Dicen que ahora no es tiempo de largar, pero prometen competir.