Arrestan al científico chino que modificó el genoma humano

He Jiankui hizo nacer bebes resistentes al Sida, tras modificar sus genes. Primero fue cuestionado por la comunidad científica, ahora está detenido

La carrera de He Jiankui alcanzó el clímax el 28 de noviembre cuando confirmó durante un congreso en Hong Kong que había contribuido al nacimiento de dos bebés con los genes editados. El científico chino debía participar de nuevo en el debate al día siguiente. Pero su fulgurante ascensión a la fama concluyó igual: su rastro se desvaneció de forma súbita, aunque no la polémica.

Bajo presión y en medio del monumental escándalo que generó esa iniciativa, el Ministerio de Ciencia y Tecnología de China suspendió sus experimentos y sus propios colegas admitieron que “había puesto su carrera en peligro”.

El diario Global Times advirtió que enfrentaba una posible sanción de casi 15 mil dólares, que podía perder su licencia profesional y que “será investigado por cargos criminales”.

Ahora, el diario estadounidense The New York Times ha confirmado que He Jiankui -que muy pronto se ganó el apodo del Frankenstein chino- es un personaje emblemático de esta era fugaz dominada por la dictadura del ego y el selfie.

De fenómeno viral ha pasado a ser un simple cautivo, que permanece bajo arresto domiciliario en el complejo centro lectivo donde enseñaba, la Universidad de Ciencia y Tecnología Sureña de Shenzhen.

Los periodistas lo encontraron recluido en un departamento del cuarto piso de la residencia para profesores, custodiado por una docena de guardias.

El departamento de Propaganda del Partido Comunista ha prohibido cualquier referencia al investigador en los medios públicos -básicamente todos- y la Universidad ha dictado lo propio a sus alumnos y empleados.

Así, quien pretendía aspirar al Nobel puede que ahora sólo anhele evitar una de las condenas ejemplares del régimen por “manchar la imagen de China”, como apuntó uno de sus críticos.

He Jiankui, en una conferencia. Ahora es conocido como Frankestein chino

Las becas que recibió He Jiankui

Entre el 2015 y el 2016, He Jiankui recibió 41,5 millones de yuanes (6 millones de dólares, 5,3 millones de euros) en becas gubernamentales, reveló el diario hongkonés South China Morning Post.

El medio cita registros públicos que revelan que el 96% de la citada cantidad lo recibió en 2016, cuando las autoridades de la ciudad en la que trabajaba He, Shenzhen, seleccionaron a su equipo para participar en un programa de innovación, mientras que el resto correspondió a otra beca asignada por la misma localidad en el 2015.

Lo que llamó la atención de las autoridades fue la investigación de He sobre la secuenciación del genoma, tecnología necesaria para llevar a cabo modificaciones genéticas.

Hace dos años, He lanzó una solución más rápida y barata para la secuenciación clínica del genoma de la existente, tras lo que ofreció una entrevista a la televisión estatal CCTV.

“Hay quien dice que hemos sacudido la industria global de la secuenciación de genoma. Es verdad. Soy yo, He Jiankui, yo lo he hecho”, dijo en ese momento.

El científico agregó que su analizador, llamado GenoCare, rebajaba el costo del procedimiento a unos 100 dólares (88 euros), un 10% de lo que costaba hasta entonces, y que lo llevaba a cabo diez veces más rápido.

De hecho, la empresa que lo desarrolló, Direct Genomics (cofundada por He), recibió 218 millones de yuanes (31,6 millones de dólares, 27,9 millones de euros) en una ronda de financiación llevada a cabo en abril pasado.

La investigación

El pasado 26 de noviembre, el científico aseguró haber creado los primeros bebés genéticamente modificados del mundo sin ningún tipo de respaldo institucional y días después justificó su experimento, pese a la controversia que ha generado entre el público y la comunidad científica internacional dentro y fuera de China.

En una conferencia en la Universidad de Hong Kong, He se mostró “orgulloso” por el uso de la técnica de edición genética CRISPR/Cas9 en dos gemelas y recalcó que el estudio no tenía el objetivo de eliminar enfermedades genéticas, sino de “dar a las niñas la habilidad natural” para resistir a una posible futura infección del VIH.

La Universidad de Shenzhen, en la que trabajó He, anunció que va a investigar al científico y afirmó sentirse “profundamente conmocionada por el caso”, que calificó como “una grave violación de la ética y los estándares académicos”.

Más de 120 académicos de la comunidad científica china señalaron en una declaración que “cualquier intento” de hacer cambios en los embriones humanos mediante modificaciones genéticas es “una locura” y que dar a luz a estos bebés conlleva “un alto riesgo”.